viernes, 27 de noviembre de 2009



MERCADO IMPERFECTO:

La escasa información y el direccionamiento que reciben los pacientes por parte de médicos y cadenas de farmacia, hacen que la mayoría de peruanos consuma medicamentos más caros.
Por: Azucena León
Martes 17 de noviembre. Minutos después de in- gresar a una conocida cadena de farmacias ubicada en Jesús María:
- Buenos días, ¿tiene amoxicilina?
- No, pero tengo amoxidal.
¿Cuánto cuesta cada tableta?
- S/.0,88.
- ¿Tiene otras alternativas?
- (Lo piensa). Básicamente, esa.
- Pero usted me está ofreciendo un medicamento de marca. Yo busco el genérico —insisto.
- (Vuelve a revisar su pantalla) Bueno, tengo amoxicilina del laboratorio “Y” (me da el nombre de uno de origen local). La tira de 10 tabletas vale S/.2.
- Ok, llevo esa.
La diferencia de precio entre el medicamento que inicialmente me sugirió la química farmacéutica respecto del que finalmente compré fue de S/.0,62 por tableta. Sin duda, se trata de una cifra significativa, que no hubiera podido ahorrar si no fuera porque tengo acceso a una información que me permitió insistir, comparar precios y elegir la alternativa más barata que me ofrece el mercado.
LA PUNTA DEL ICEBERG
Según Víctor Dongo, director de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid), el problema se inicia cuando un paciente acude al médico para tratarse de alguna enfermedad. “En vez de recetarle, como lo indica la ley, un medicamento de denominación común internacional o genérico, el doctor termina recetándole, en la mayoría de los casos, el innovador (o de marca), por la cercanía que tiene con un determinado laboratorio farmacéutico”, afirma.

¿DIFERENCIAS?
López afirma que las cosas se complican más porque la competencia que existe en la industria farmacéutica es imperfecta.
“El usuario tiene la noción de que lo que le recetan es insustituible. Si el doctor te dice “compra amoxil” o cualquier otra marca de su preferencia (alentado por una estrategia de márketing) será difícil que consideres un producto similar, a pesar de que este tenga un precio inferior”.

POSIBLES SALIDAS
La lista de imperfecciones que se presentan en este mercado es extensa y se necesitaría un segundo informe para continuar enumerándolas. Sin embargo, también es importante analizar qué aspectos deberían considerarse para lograr una reducción en el precio de las medicinas.
Para Luis Caballero, presidente de la Asociación de Industrias Farmacéuticas de Origen y Capital Nacionales (Adifan), lo que está faltando en el Perú es ampliar el consumo de los medicamentos genéricos para que la población tenga la opción de acceder, a través de ellos, a un menor precio final. “Si existiera una decisión política para impulsar el consumo de genéricos, el consumidor podría saber que tiene la posibilidad de elegir entre un medicamento de marca, como Tamiflu, que cuesta US$60 en una clínica, y un genérico, que combate con la misma efectividad la gripe AH1NI, pero que vale US$4”, precisó.

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